martes, 10 de noviembre de 2015

La culminación del duelo, es un proceso de ámbito personal y es evidenciado de diferente manera en los dolientes, entendiendo un duelo como la reacción afectiva dolorosa ante la pérdida de un ser querido, por esta razón en algunas personas por ser dependiente del fallecido pueden sufrir un duelo complicado, en efecto causando todo tipo de sentimiento de desprotección que se ve mesclada con fuertes lazos emocionales.
La propensión de los seres humanos es establecer fuertes lazos emocionales con otras personas que han establecido vínculos afectivos, cuando dicho lazo o vinculo se ve amenazado causa fuerte reacción emocional en la victima y surge la necesidad de protección y seguridad, el apego es desarrollado desde una edad muy temprana, existen dos clases de apego, los apegos que conducen a sentimientos profundos de pena, y los apegos no saludables que conducen a sentimientos de ira y culpa. Es así que la sociedad concibe al ser humano desde una edad muy temprana la protección y seguridad, que al ser amenazados generan distintas emociones, cuando el apego es saludable o normal trae en si sentimientos de profundo dolor, pero si la separación es menos saludable conducen a la persona a sentimientos de ira y culpa, prolongando al desarrollo de enfermedades psicológicas, o psicofisiologicas en su proceso de duelo.
      Varios autores han concluido que al duelo complicado se le ha llamado duelo no resuelto, crónico, o retrasado. Desde esta mirada un duelo complicado expone una cantidad de complicaciones patológicas que causan enfermedades en el ser humano, de modo que al no tratarse a tiempo se pueden volver crónicos complicando la vida del doliente.  Por consiguiente en el sentido del duelo se ha demostrado a través de investigaciones cinco fases en las cuales el ser humano atraviesa cuando vive la muerte de un ser querido y estas son:
    Shock(negación): La “negación”: en esta etapa la persona se entera de la enfermedad terminal del ser querido, o bien de la muerte repentina, y su inmediata reacción es negar la realidad.  Esta fase ocurre en el momento preciso cuando la persona se entera que su ser querido ha fallecido, el golpe de la notica inmediatamente activa un mecanismo de defensa en el cual se vive una sensación de irrealidad, estas son evidenciadas de diferentes maneras como en llanto, gritos, entre otras.  El Shock es vivido en el ser humano de diversas maneras, algunos tienen reacciones de defensa como irrealidad, negar la muerte, gritar, llorar, por consiguiente durante el estado de irrealidad el doliente se siente como en un sueño, niega la muerte del ser querido para no enloquecer, algunas personas quedan asombradas e inmovilizadas repentinamente.
   La “ira” : al llegar la realidad de la situación, empieza a surgir la consecuencia del dolor causado por la perdida, a veces la situación causa en el doliente resentimiento con el fallecido, amigos, la misma persona y empiezan a surgir el porqué . En esta fase el doliente activa su mecanismo de defensa, con esta emoción por medio de agresión debido a que la muerte del ser querido es mal aceptada y comprendida en el doliente, esto aparece por la interrupción no deseada de una relación significativa y por la necesidad de confrontar la muerte como parte de la vida.  Esto lleva a decir que la furia, la rabia y el enojo son sentimientos muy usuales en la perdida de un ser querido.  Desde un campo social y cultural entra a jugar parte de esta tendencia de rabia en el duelo, dado que la sociedad ha inculcado en el ser humano una manera distinta de enfrentarlo, en medio de tradiciones religiones e influencias, han manifestado que la muerte es algo doloroso, un sentimiento de culpa por la muerte de alguien que jamás volverá.  Es por eso que el hombre toma la muerte como algo insólito, fuerte, por consiguiente si la sociedad expusiera a través de cultura, o formación ciudadana, en primer lugar que la muerte es algo normal en la vida del ser humano, la actitud o comportamiento de la humanidad frente al tema sería algo diferente, y menos doloroso.
     El “pacto”(negociación): en esta etapa el doliente surge la esperanza de que se puede posponer la muerte del moribundo si padece una dolencia terminal o bien que el ser querido fallecido regrese a cambio de una vida modificadaLuego de un lapso de tiempo, el sobreviviente se dará cuenta que la vida continua y que a pesar de lo sucedido surge la necesidad de vivir en paz interior.  Cuando aun se evidencian las emociones de rabia e ira causada por la muerte del ser querido aparecen culpas difíciles de quitar, basados en el absurdo del porque de la actuación, si se hubiera actuado de manera diferente, etc.  Esta conducta irracional, es por no haber otra opciónEs decir el afrontar la muerte de un ser querido lleva en sí sentimientos de culpa, asentados en razones incoherentes.  La persona culpa al médico por el hecho de dejar morir a esa persona que tanto amaba, sin razonar por la verdadera causa por la cual ha fallecido.
      La “depresión”: El doliente se enfrenta con la desolación, con la tristeza y se da cuenta que no hay nada que hacer.  El doliente es acompañado al principio por sus familiares seres queridos y allegados, al pasar los días solo enfrentan la soledad por la cual lo llevan a su nueva realidad, en esta etapa muchas veces se pierde el sentido por la vida y solo importa del que ya no está. En efecto la depresión es evidenciada durante la fase de shock, durante esta etapa son de vuelta hacia la realidad, empiezan a sentir la falta del fallecido durante la soledad, se despreocupan por sí mismos, no encuentran sentido a la vida, solo existen para darle valor al que falleció, entran en sentimiento de culpa por la muerte del ser querido, añoran el tiempo en que tuvieron viva a esa persona. 
     La “aceptación” es donde se acepta la situación y por lo tanto se hacen las paces con la perdida, o enfermad terminal, consintiendo de nuevo una oportunidad para vivir a pesar de la situación. El duelo es un proceso que tiene un principio y un final.  Luego de un tiempo el doliente sentirá que ya es hora de vivir plenamente, luego de dar y recibir perdón llegara la paz interior haciendo que se impulse la aceptación del suceso.  Es así que el perdón aportara paz interior al ser humano luego del proceso de aceptación, contribuyendo a la persona sobreviviente una mejor calidad de vida en el ámbito personal y social.



¿Qué es un duelo?
Es la reacción emocional y de comportamiento en forma de sufrimiento y aflicción cuando un vínculo afectivo se rompe.
Las etapas por las que pasa una persona en proceso de elaborar un duelo son cinco, según la teoría de la doctora Kubler Ross.
Negación: ante la noticia del fallecimiento del ser amado, la persona en esta fase no acepta la realidad. En caso de una ruptura sentimental, se produce una negación pensando que la pareja está en un mal momento y pronto se le pasará.   
Ira: en el transcurso de esta etapa se suele sentir mucha rabia, envidia y odio. Estas emociones son muchas veces incontrolables aun sabiendo que son irracionales. Cuando es una ruptura sentimental la rabia puede dirigirse a quien abandonó la relación, hacia su creencia religiosa, hacia las personas asociadas con la otra persona o con los que no están de acuerdo con uno. La persona cree que es buena idea reprochar y divulgar a las otras personas lo malo de su relación.
Negociación: la persona en esta etapa hace promesas, convenios espirituales aunque sus ideas sean otras, irracionalmente se piensa que si tuviera otra oportunidad sería diferente aun sabiendo que no es posible porque ya ha fallecido el ser querido. Cuando es una ruptura sentimental  la persona está propensa a hacer promesas para que su pareja reaccione, incluso proponen a sus amigos o hijos para que hagan entrar en razón a su ex pareja.
Depresión: al tomar conciencia de la situación real del fallecimiento del ser amado, la persona siente culpa, ansiedad, vergüenza, tristeza y profunda melancolía. Lo mismo sucede ante la ruptura sentimental pues pasar por esta etapa es muy doloroso, la persona se siente sin ganas de vivir, llora mucho, tiene problemas para dormir por pensar mucho o duerme más de lo normal, se puede consumir alcohol o drogas, en esta etapa se piensa que nunca volveremos a ser felices. Si estas sensaciones duran más de la cuenta puede ser síntomas de un duelo patológico y requiere de la intervención de un profesional de la salud psicológica ya que se pueden tomar decisiones fatales.

Aceptación: después de haber pasado por las etapas que se han mencionado llega poco a poco la sensación de tranquilidad, se puede pensar en la persona amada sin sentir esa sensación de ahogo. Si una persona no es capaz de llegar a esta etapa, implica que está ante un duelo patológico que puede afectar su vida y requiere de un profesional experto en elaboración de duelos. Un duelo normal dura entre seis meses y dos años, dependiendo de algunas características de la personalidad, también del apoyo familiar, y la orientación profesional, cuando sea necesario.